Mayo 2 / 99
LA NEGRA EMILIA
José había llegado al puerto
de Santa Rosa con su barco pesquero lleno de atún, por fin
tierra firme, por fin su casa, encargo la
pesca al marinero y se dirigió al pueblo a buscar
su auto para volver a
Salinas, había dejado el auto junto a la cabaña de Emilia.
- Hola Negra, te traje harto
pescado.
- Hola Blanco, pa’ que trae
tanto si se pudre yo no puedo comel too eso,
- Te voy a comprar una
refrigeradora para que lo puedas guardar, eso es lo que te
regalaré por tu cumpleaños
- Dejese usté de cosa, yo no
tengo corriente aca, y a mi me gusta el pescao fresco no
helao.
- Dime Emilia, que puedo regalarte por tu cumpleaños?, algo debe haber
que te guste, que te haga falta, anda dime que te gustaría?
-Y que puedo querel, si aquí hay too.
- No Emilia, aquí no hay todo, tu no tienes nada, cuatro paredes de caña
un fogón y una hamaca no es todo, yo no
te estoy ofreciendo una casa por que no te la puedo comprar, pero puedo darte
la refri , debes tener deseos de algo debes tener necesidades, no quieres que
cuando yo llegue a tu casa tu la tengas linda para mi? yo te quiero para mi, tu
no quisieras que yo viva para tí?
Emilia lo miró con desconfianza.
abriendo sus grandes ojos negros le dijo:
- No me gusta alguien viviendo pa’ mi, ni yo pa’ el.
Luego bajo la cabeza, y cambio su
desconfianza, alzando la mirada tímidamente y con una sonrisa franca de
esplendorosos dientes blancos.
- Es mejol así, ..encontrándose de repente, hablar un rato, - Emilia
cerro los ojos mientras hablaba - contarse cosa que le divieltan, hacel
caricia, ir a la cama, ver la puesta del sol, y luego irse. Usté no necesita traer regalo no jeñor, -
dijo en tono de advertencia - no necesita ser mío na’má, ni pior aun casarse
comigo, acá tengo lo que quiero, se puede bañal en el mar, o ir de paseo al
pueblo, o a la playa, - Emilia se había levantado y ahora miraba al mar
mientras le hablaba - respirar aire de
verdá, hay pescao pa’ comer y coco, y si quiere me hago un collar de caracoles
y me veo bella pa’ usté, usté quiere compral cosa pa que sea suya na’ má. pero
usté no puede regalarme una puesta de sol, ni puede compra la luna, ni yo se la
iba a aceptá....porque es mejol así, siendo de toos, sino ya alguien la habría
comprao y me la habría quitao, es bueno así siendo de toos como el mar, como las estrellas, como los pece del
océano....mire mejor cuando usté quiere véngame a ve, viene a mi casa que es de
caña, pa’ que sea fresca, se escapa de su ciudá y conversa comigo, aquí respira
el aire del mar, y si levanta la vista ve las estrellas, yo cocinare pa’ usté,
- le brillaban los ojos al hablar - no
necesita trael regalos. Se puede acostar en la hamaca y dormir en paz, como lo
niño, y venir a la cama y hace’l amor como usté quiera, es bueno así, así se
tiene todo y no se posee ná. Así no hay que pagal po´ las cosa -
Emilia frunció el ceño - acaso
que yo no lo veo a usté con tanto papel
son papel pa’ que uste dé plata.
La cosa suya no son suya en verdá son de lo dueño del papel. No se afane
por mi que ya usté tiene suficiente afán por su vida, - Emilia se puso frente a
el - Déjeme que yo le quite su afán, - replico mientras se acercaba dulcemente
para besarlo.
José se dejó llevar por un momento y luego la separó de sí, tomó las llaves de su auto y sin decir nada
se marchó. por el espejo retrovisor
divisó a Emilia, de pié junto a su choza, con sus perfectas curvas y su pelo
largo entrenzado, la arena se levantaba con el viento y la visión que se fue
volviendo cada vez mas borrosa hasta que
terminó por taparse con una nube beige
de polvo y arena.
-No se, - se dijo José - No sé si podría vivir así con tanta simplicidad,
no sé si podría abrir la gran puerta de mi jaula para vivir en libertad.
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