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Este blog está creado para guardar todas las experiencias, reales o imaginarias; de afuera y de dentro de este mundo; de la familia Ayala de Guayaquil.
Serán apreciados todos sus aportes, siempre que se compartan con el afán de recopilar y guardar celosamente las tradiciones, historias, anécdotas, logros de nuestro linaje.
Agradecemos las aportaciones que sobre Historia, Pintura, Música y Arte en general se hagan a este blog.
Y, por supuesto, salvando la honorabilidad y el buen gusto.

sábado, 25 de mayo de 2013

Casa de Ayala en Santiago de Guayaquil - por don, Pedro Robles y Chambers

AYALA

ARMAS: De plata, con dos lobos de sable puestos en palo, bordura de gules cargada de ocho sotueres de oro.

I.- JOSÉ DE AYALA, vecino de Guayaquil, Capitán, Regidor, Fiel Ejecutor de Cabildo, era deudo del doctor Miguel de Ayala Rojas, Clérigo Presbítero, Capellán Mayor de la Capilla de los Reyes Católicos en Granada, y heredero del Condado de Ampudia. (*) Casó en la villa de San Francisco de Baba con Beatriz de Bayas y Cabrera, cuya carta dotal se hizo allí el 20 de Mayo de 1690. Beatriz de Bayas Cabrera, testó el 5 de Febrero de 1741, y consta por dicho documento que fué hija del Capitán Juan de Bayas Domínguez de Cabrera, y Ana Pérez. Nieta paterna del Capitán Diego Martín de Bayas, b. en la Iglesia Parroquial de Villalba el 14 de Enero de 1594, quien pasó a Indias casado con Beatriz Domínguez de Cabrera, Diego Martin, era moreno de rostro con lunares y lisiado de la pierna izquierda, su mujer era menuda de rostro y blanca. Bisabuelos paternos Juan de Bayas Garrido, e Inés de Cabrera. Beatriz Domínguez de Cabrera, era hija de Alfonso Domínguez Boyero, y Catalina Rodríguez. Juan de Bayas Garrido, caballero hijodalgo n. en la Villa de Villalba, en Extremadura, era hijo de Diego Martín Garrido, e Inés de Bayas, naturales de Villalba.- Inés de Cabrera, era hija de Francisco Ligero, y Ana Hernández de Cabrera.- Alonso Domínguez Boyero, era hijo de Andrés Domínguez y Beatríz Domínguez.- Catalina Rodríguez, era hija de Juan Rodríguez y Elvira Martín, todos caballeros hijodalgos, y de notoria nobleza. Hijos:

(*) Información de nobleza por línea materna del Alférez Real Manuel Rodríguez Plaza de Ayala, ante Gregorio Ponce de León, Escribano Público de Guayaquil a 12 de Febrero de 1773, testimoniada por José Ignacio Moreno, Escribano Real. (Archivo del autor).

1.- Juan de Ayala y Bayas.

2.- Juana de Ayala y Bayas, n. Baba, c.m. con el Comisario Juan Bautista Plazaert y Lebrún. Hijo:

(1)  Juan Pablo Plazaert y Ayala, Capitán, Alcalde Provincial del Cabildo 10 de Octubre de 1737-41-47.

3.- Josefa de Ayala y Bayas, b. Baba, f. allí 25 de Abril de 1744, c.m. con Juan Bautista Franco Ruiz de Palma, hijo del Capitán Bernardino Franco y Elena Ruiz de Palma. Hijos:
(1)  Pedro José Franco y Ayala, b. Baba de un mes de nacido el 24 de Julio de 1718.
(2)  Isabel Franco y Ayala, b. Baba de veinte días y seis días de nacido el 28 de Enero de 1725.
(3)  Juan María Franco y Ayala, b. Baba de veinte y seis días de nacido el 28 de Enero de 1725.
(4)  Tomasa Antonia Franco y Ayala.
(5)  Catalina Franco y Ayala.
(6)  Antonia Franco y Ayala
(7)  Jacinta Franco y Ayala
(8)  Juana Franco y Ayala.

4.- Pedro Alcántara de Ayala y Bayas, b. Baba de veinte días de nacido el 15 de Septiembre de 1696, f. allí 23 de Abril de 1774. Casó en Baba con Francisca Flores de Montalván. Hijos:

(1)   Mariana de Jesús de Ayala y Montalván, b. Baba de quince días de nacida el 31 de Mayo de 1739. Casó con Jacinto de Vera, f. Baba 21 de Noviembre de 1792.
(2)   Pedro Teodor de Ayala y Montalván, b. Baba 19 de Mayo de 1741.
(3)   Francisca Luisa de Ayala y Montalván, b. Baba de catorce días de nacida el 24 de Noviembre de 1743.

5.- José de Ayala y Bayas, b. Baba 1ero de Diciembre de 1697, dueño del sitio San Fernando, Alcalde de la Santa Hermandad, en 1737, c.m. con Ana Jacinta de Nava-Salazar y Zumálave, b. Baba de 15 días de nacida el 10 de Agosto de 1714, hija de Juan de Nava Salazar y Juana de Zumálave y Franco. Abuelos paternos: El Capitán Gerónimo López de Salazar y Gerónima de Nava. Abuelos maternos: Alonso de Zumálave y Beatriz Franco Lobo Guerrero. Hijos:

(1)  José Antonio de Ayala y Nava, b. Baba de diez días y seis días de nacido el mes de Diciembre de 1730.
(2)  Juana Jacoba de Ayala y Nava, b. Baba 18 de Mayo de 1732, f. 23 de Agosto de 1806.
(3)  María Isabel de Ayala y Nava, b. Baba de tres días de nacida el mes de Diciembre de 1737.
(4)  Juan Pablo Severino de Ayala y Nava, b. Baba de quince días de nacido el 2 de Agosto de 1739.
(5)  Francisca Xaviera de Ayala y Nava, b. Baba de nueve días de nacida el 11 de Febrero de 1740, c.m. con Miguel Alejandro Montero de Puga y Larralde, c.s. (Véase: Larralde).
(6)  Félix José Antonio de Ayala y Nava, b. Baba de 11 días de nacido el 30 de Noviembre de 1745.
(7)  Jacinta de Ayala y Nava, f. 1810, casó tres veces: 1ero con Félix de Herrera, 2do con Vicente Severo del Castillo, 3ro con José de Coello y Piedra.
(8)  Pedro Pablo de Ayala y Nava, b. Baba de 3 días de nacido el 12 de Julio de 1747.

6.- Lorenzo de Ayala y Bayas, b. Baba de veinte días de nacido el 30 de Agosto de 1699, Alcalde de la Santa Hermandad em 1739, c.m. con Bernarda del Castillo. Hijos:

(1)   Juan Bautista Anselmo de Ayala y del Castillo, b. Baba de ocho días denacido el 28 de Abril de 1746, f. 1812, c.m. con María Ignacia Bayas.
(2)   Manuela de Ayala y del Castillo, c.m. con José del Campo y Villar, n. Santa María de Figueira, en el Reino de Galicia, c.s. (Véase: Del Campo)
(3)   Gerónima de Ayala y del Castillo, c.m. con Francisco de Larrabeytía-Zabalgoytia, Alcalde de la Santa Hermandad 1754.
(4)   Lorenzo de Ayala y del Castillo.

7.- Beatríz de Ayala y Bayas, b. Baba de diez y seis días de nacida el 2 de Febrero de 1702, c.m. con el Capitán Urbano de Aguirre y Pónce de Solís.

8.- Ana Francisca de Ayala y Bayas, b. Baba 13 de Abril de 1704, c.m. con el Capitán Francisco Rodríguez Plaza y Pérez de Morillo, c.s. (Véase: Rodríguez Plaza).

9.- Juan José de Ayala y Bayas.
10.- Francisca de Ayala y Bayas.
11.- María Magdalena de Ayala y Bayas, c.m. con Jacinto de Zumálave.

Fuente: don, Pedro Robles y Chamber - Contribucion para el estudio social de la sociedad colonial de Guayaquil - 1938








domingo, 17 de febrero de 2013

La Negra Emilia


Mayo 2 / 99
LA NEGRA EMILIA


José había llegado al puerto de Santa Rosa con su barco pesquero lleno de atún, por fin

 tierra firme, por fin su casa, encargo la pesca al marinero y se dirigió al pueblo a buscar

su auto para volver a Salinas, había dejado el auto junto a la cabaña de Emilia.

- Hola Negra, te traje harto pescado.

- Hola Blanco, pa’ que trae tanto si se pudre yo no puedo comel too eso,

- Te voy a comprar una refrigeradora para que lo puedas guardar, eso es lo que te

regalaré por tu cumpleaños

- Dejese usté de cosa, yo no tengo corriente aca, y a mi me gusta el pescao fresco no

helao.

- Dime Emilia, que puedo regalarte por tu cumpleaños?, algo debe haber que te guste, que te haga falta, anda dime que te gustaría?
-Y que puedo querel, si aquí hay too.
- No Emilia, aquí no hay todo, tu no tienes nada, cuatro paredes de caña un fogón y una hamaca no es todo,  yo no te estoy ofreciendo una casa por que no te la puedo comprar, pero puedo darte la refri , debes tener deseos de algo debes tener necesidades, no quieres que cuando yo llegue a tu casa tu la tengas linda para mi? yo te quiero para mi, tu no quisieras que yo viva para tí?
   Emilia lo miró con desconfianza. abriendo sus grandes ojos negros le dijo:
- No me gusta alguien viviendo pa’ mi, ni yo pa’ el.
 Luego bajo la cabeza, y cambio su desconfianza, alzando la mirada tímidamente y con una sonrisa franca de esplendorosos dientes blancos.
- Es mejol así, ..encontrándose de repente, hablar un rato, - Emilia cerro los ojos mientras hablaba - contarse cosa que le divieltan, hacel caricia, ir a la cama, ver la puesta del sol, y luego irse.  Usté no necesita traer regalo no jeñor, - dijo en tono de advertencia - no necesita ser mío na’má, ni pior aun casarse comigo, acá tengo lo que quiero, se puede bañal en el mar, o ir de paseo al pueblo, o a la playa, - Emilia se había levantado y ahora miraba al mar mientras le hablaba -  respirar aire de verdá, hay pescao pa’ comer y coco, y si quiere me hago un collar de caracoles y me veo bella pa’ usté, usté quiere compral cosa pa que sea suya na’ má. pero usté no puede regalarme una puesta de sol, ni puede compra la luna, ni yo se la iba a aceptá....porque es mejol así, siendo de toos, sino ya alguien la habría comprao y me la habría quitao, es bueno así siendo de toos como el mar,  como las estrellas, como los pece del océano....mire mejor cuando usté quiere véngame a ve, viene a mi casa que es de caña, pa’ que sea fresca, se escapa de su ciudá y conversa comigo, aquí respira el aire del mar, y si levanta la vista ve las estrellas, yo cocinare pa’ usté, - le  brillaban los ojos al hablar - no necesita trael regalos. Se puede acostar en la hamaca y dormir en paz, como lo niño, y venir a la cama y hace’l amor como usté quiera, es bueno así, así se tiene todo y no se posee ná. Así no hay que pagal po´  las cosa -   Emilia frunció el ceño -  acaso que yo no lo veo a usté con tanto papel  son papel pa’ que uste dé plata.  La cosa suya no son suya en verdá son de lo dueño del papel. No se afane por mi que ya usté tiene suficiente afán por su vida, - Emilia se puso frente a el - Déjeme que yo le quite su afán, - replico mientras se acercaba dulcemente para besarlo.
José se dejó llevar por un momento y luego la separó de sí,  tomó las llaves de su auto y sin decir nada se marchó.  por el espejo retrovisor divisó a Emilia, de pié junto a su choza, con sus perfectas curvas y su pelo largo entrenzado, la arena se levantaba con el viento y la visión que se fue volviendo  cada vez mas borrosa hasta que terminó por taparse con una  nube beige de polvo y arena.
-No se, - se dijo José - No sé si podría vivir así con tanta simplicidad, no sé si podría abrir la gran puerta de mi jaula para vivir en libertad.
Tomado de
http://www.moraleja.net/colaboraciones/messages/750.htm

.....Tambien Ayala, otro de mis apellidos, aparece como vasco a pesar de que el tronco de este nombre fue el Infante Don Vela de Aragon, que llamó asi al valle que el rey le entrego con la frase: ' aya la ' (tenga la). Los de este linaje fueron señores del Valle de Ayala, del de Salcedo, Fuensalida y de las Villas de Salvatierra de Alava, Salinillas, Berberana, Mancilla, Cebolla, Condes de Fuensalida y Salvatierra de Alava. Probaron su nobleza en las ordenes de Santiago, Calatrava, Alcantara, Montera y San Juan de Jerusalen, asi como en la Real Chancilleria de Valladolid y en la Real Compañia de Guardias Marinas, y en su genealogía no hay ningun vinculo familiar con la población de etnia vasca instalada en aquellas tierras. La etimologia de Ayala proviene de la respuesta que dio el rey - aya la - a la petición del Infante Don Vela de que le fuesen entregadas las tierras para su mejor defensa de las incursiones berberiscas; Uno de los miembros de esta familia, Fray Diego de Ayala, lo relata así en castellano antiguo:
“Este linaje o apellido, solar y casa es en tierra de Ayala y es una gran casa en aquella tierra de donde descienden muchos fijosdalgos que son anexos a ella. Este vocablo que dice el nombre de este linaje no se ha de decir junto, mas darle dos silabas diciendo Aya-la y la causa por do procedio este nombre es esta; en aquel valle avia dos caballeros padre e hijo, muy marabillosos hombre de gran merecimientos y valor, al padre por nombre alcima decia Don Velasco y al hijo Velasquez que al principio de toda la historia relatamos, los cuales como los moros guerreasen toda victoria y a España despues de la triste batalla de su Gobera y aquella tierra quedo mucho maltratada con la guerra de los enemigos, ellos se propucieron a defensa y a ganar lo perdido.
Acaecio que el caudal no vastase a las defensas de la guerra, el padre pidio merced al Rey que le hiciese merced de esas tierras y lugares que ganase y defendiese y que los moradores y pobladores dellas que fueses exonerados de todo tributo Real.
Luego el Rey, rogandoselo los caballeros, dijo: Aya la..
Estos caballeros, padre e hijo yacen sepultados en sendas tumbas en un monasterio que se dice Santa Maria de Respaldiza, a media legua de la Casa de Ayala y tan enteras estan como cuando las pusieron.
Allase por verdad que cuando en aquella tierra se detienen las aguas que abren aquella sepultura o sepulcros que estan fuera de la Iglesia en el cementerio, y dicen que el Mariscal Garcia Lopez, Decimo Quinto Señor de Ayala y Ampudia, que este hizo llevar los cuerpos de aquellos a la Casa de Ayala
Fray Diego de Ayala
(Firmado y rubricado)”
Estos mismos hechos aparecen en las BIENANDANZAS E FORTUNAS
DE LOPE GARCÍA DE SALAZAR :
“En el tienpo que reinava el rey don Alonso en Castilla que ganó a Toledo vino un fijo vastardo del Rey de Aragón que llamavan don Vela a lo servir. E andando este rey don Alonso a correr monte sobre las peñas de Mena, vio d'ençima la tierra donde es agora Ayala, que no era poblada, que se llamava la Sopeña; estando el Rey sobre la peña de Salvada, dixiéronle los cavalleros que por qué no poblava aquella tierra e díxoles que la poblaría, si oviese quien lo poblase. E aquel conde don Vela de Aragón pidióle por merçed que gela diese e qu'él la poblaría. E algunos que allí estavan, que lo querían bien, dixiéronle:
-Señor, áyala.
E el Rey dixo:
-Pues áyala.
E por esto ovo nonbre Ayala e llamóse conde don Vela, Señor de Ayala.”

La Ascendencia y descendencia de los Ayala:
Don Iñigo Jimenez de Pamplona (790-8/7/857) apodado "El Arista" (de la misma raiz griega "Aristos": el mejor, Aristocracia: el gobierno de los mejores):
Primer Rey de Navarra quien empezo a reinar en 842, hijo de Jimeno de Pamplona (745-805) y de Faquilene, a quien llamaban los vascos ''Don Zuria'' según cuenta la leyenda oral en las Bienandanzas escritas en el S XV , era nieto del Rey de Escocia, que habitaba con su madre en Altamira. ''Don Zuria'' caso con la hija de don Sancho Astegis Señor de Durango, de la que heredo Durango, tuvieron a su hijo legitimo Nunso López: "su legítimo fijo, que fue recibido como Señor de Vizcaya, serviendo a los Condes de Castilla, fue capturado por los moros. Muerto don Nunso López, los vizcaínos tomaron por señor a su hijo don Ínigo Esquirra (español antíguo y apelllido actual: Esquira: Escudero, frances antíguo: Esquier; inglés Squire), que ganó las Encartaçiones, trocándolas por otras tierras con el Rey de León" . Tambien según la leyenda fue el primero que se llamó Conde de Vizcaya: "Muerto este don Ínigo Esquira, los vizcaínos tomaron por Señor de Vizcaya a don Lope Díaz, su fijo, que combatio con el conde Ferrand González contra Almançor en Arlanza, y desde aquella gesta le llamaron "don Lope el Vizcaíno, rico de maçanas e pobre de pan e de vino".
Fue el padre de:
Garcia II:
Segundo Rey de Navarra, que segun la tradicion murio en la batalla de Aibar en 882. De Doña Urraca Fernandez, su mujer, tuvo dos hijos: Fortun Garces, que reino de 882 a 905 y fallecio sin hijos, y:
Sancho I:
Cuarto Rey de Navarra, de 905 a 925 que caso con Doña Cota, con quien tuvo a su hijo:
Garcia III:
Quinto Rey de Navarra, de 925 a 970. Contrajo matrimonio con doña Teresa Endregalo, hijo de este matrimonio fué:
Sancho II el Abarca:
Sexto Rey de Navarra de 970 a 994. Caso con Doña Urraca Fernández y fueron padres de:
Garcia IV el Tremulo:
Septimo Rey de Navarra, de 994 a 1000. Caso con Doña Jimena, padres de:
Sancho III el Mayor:
Octavo Rey de Navarra, de 1000 a 1035. Caso con Doña Elvira de Castilla, de quien tuvo tres hijos: Fernando I, primer Rey de Castilla. Garcia V, noveno Rey de Navarra, y Gonzalo, Conde de Sobrarbe y de Ribagorza. Fuera de matrimonio tuvo a:
Ramiro I:
Primer Rey de Aragon, de 1035 a 1063. Entro en batalla contra sus hermanos, mas le fue adversa la fortuna. Tuvo mejor suerte en sus luchas contra los moros. Caso con Doña Ermesinda Gisberga, de quien tuvo a:
Sancho I:
Segundo Rey de Aragon, de 1063 a 1094. En 1076 heredo la corona de Navarra por la muerte de su primo el Rey Sancho IV, decimo soberano de dicho estado. Caso con Doña Felicia de Ronci, de quien tuvo cuatro hijos: Pedro I, tercer Rey de Aragon y duodecimo de Navarra; Alfonso I, cuarto Rey de Aragon y decimotercero de Navarra; Ramiro II, el Monje, quinto Rey de Aragon y a:
Don Vela Sanchez, I Señor de AYALA:
Infante de Aragon y Primer Señor del Valle de Ayala. Caso con Doña Juliana Iñiguez, Señora de Villasutre, Avalos y Carcamo. Hija de Don Iñigo Lopez, sexto Señor de Vizcaya y de Doña Coda Ortiz. Ambos fueron padres de:
Don Vela Velazquez, II Señor de AYALA:
Caso Don Vela Velazquez con Doña Juliana Galindez, hija del Señor del Valle de Mena. Tuvo a: Don Galindo Velazquez y a Don Sancho Velazquez de Ayala, que poblo en Mena y luego en Valmaseda. Heredo el Señorio de AYALA, el hijo primero.
Don Galindo Velazquez, III Señor de AYALA: Caso con Doña Maria Salcedeo, quien era hija de Don Rubio de Aranguti de Salcedo, que era hijo del Conde de Noreña de Asturias. En virtud de las capitulaciones matrimoniales las cuales estipularon que la sucesion de dicho matrimonio llevase siempre el apellido de Salcedo, asi lo hicieron su hijo y demas descendientes en varias generaciones. De esta forma tomaron los Señores de AYALA el nombre de Salcedo.
Don Garcigalindez de Salcedo, IV Señor de AYALA: ( 1079 - 1137 )
Muerto Don Galindo Velazquez, dejo por heredero a Don Garcigalindez de Salcedo, su hijo, que fue el IV Señor de Ayala, el primero que tomo las armas y nombradia de Salcedo y heredo aquel solar e bienes del Conde Don Rubio, su abuelo, que eran: dos sauses verdes en campo amarillo que asi lo traia aquel su abuelo. Fue adelantado Mayor de Castilla y caso con Doña Alberta Saenz Sanchez de Urbano, hija de Don Sancho Garcia de Urbano, que era hijo de Don Garcia Saenz, Señor de Orozco hijo del Conde Don Sancho,Señor de Vizcaya y de Doña Alberta de Iñiguez, y hubo en ella tres hijos: a Don Pedro Garcia, e a Don Garcia el Tuerto e a Don Sancho Garcia, (llamado en otros sumarios Sancho Saenz). Y Don Pedro Garcia Garcia, el hijo mayor, no quizo tomar el mayorazgo de la Casa de Ayala porque el padre partio sus rentas con los tres hijos diciendo que no habia como gobernar como cumplia, e poblo Zorroza donde sucedio su generacion. Y Don Garcia El Tuerto poblo a Basurto la de Ariba donde sucede su generacion. Y son estos dos lugares en la de Albia junto a Vilvao hereda pues el Señorio de Ayala.
Don Sancho Garcia (Sancho Saenz), V Señor de AYALA: ( 1107 )
E Don Sancho I Garcia Salcedo, que era el mediano, fue el cuarto Señor del Valle de Salcedo y V del Valle de Ayala Caso con Doña Maria Iñiguez de Piedrola, hija del Conde Don Nuño, a quien llamaban cuatro manos, y nieta de Don Iñigo de Mendoza que murio en la batalla de Axxisto, nieto de Don Lopez Gonzalez de Mendoza que murio en la Forca de Badaya que era hijo del Conde de Vizcaya que eran suyas Urcabuztaiz e las aldeas del Valle de Ardusia y Ganoles. Este Don Sancho Garcia tomando la viuda de Don Lope de Mendoza, su cuñado, con quie caso, hubo hijos en ella: Don Hurtado de Salcedo que fue el caballero de todos los hijos de la Casa de Ayala, e a Don Rodrigo Saenz de Salcedo que murio sin hijos, e a Doña Maria Saenz de Salcedo que caso con Don Pedro Velez de Guevara estando viuda. Y murio este, Don Sancho Garcia en la batalla de Alarcos, donde fue vencido el Rey Don Alfonso que despues hubo el triunfo de las Navas de Tolosa. Y despues hizo por aquella victoria el Monasterio de las Huelgas. E muerto este, Don Sancho I Garcia, que fue el V Señor de la Casa de Ayala, quedo por Señor della: Don Hurtado Saenz de Salcedo, VI Señor de Ayala.
Y asi continua la dinastía durante 6 siglos hasta que con:
Don Atanacio de AYALA y Saluzo, XVI Señor de AYALA: ( 1515 - 1578 ), casado con Doña Leonor de la Vega, comenzaron los pleitos con los moradores de las tierras
Su hijo y sucesor fue Don Atanacio de Ayala, en cuya minoria de edad el Emperador acordo un convenio con su curador, en virtud del cual se le devolvieron las pertenencias arrebatadas a su padre, con excepcion del Condado de Salvatierra; tuvo nuevos pleitos con los moradores de las tierras de Ayala, Urkabustaiz LLodio y Arzemiega, a los que se une el valle de Orosko en 1538 que se alzan contra su nominal Señor discutiendole los derechos politicos que este se arrogaba sobre ellos ante la Chancilleria de Valladolid, pidiendo la desaparicion del Señorio y su incorporacion a la Corona . Tuvo entre otros hijos a Juan de Ayala y Vega ( 1552 - 1671 ). Y los pleitos y discusiones se prolongan durante los siglos XVI, XVII y XVIII, hasta el año de 1817.
La cuestion de estos pleitos surge de la circunstancia de que los asentamientos o aldeas de vascos existentes en los señorios de Ayala, igual que todos los asentamientos, arrabales o barrios de moros o judios existentes en el resto de España, carecian de demarcacion territorial propia, situacion que los vascos han tratado de explicar mediante leyendas como las de las dos viejas que saliendo una desde el poblado vasco y la otra desde la población a cuya demarcación pertenecía dicho poblado, para encontrarse en el punto que debia fijar el limite entre ellas, resultaba que la española encontró a la vasca en la cama dormida o antes de que hubiera dado un paso, y por esta razon el mojon fue colocado en la misma pared de la vivienda del poblado vasco y así es como explican los vascos porqué sus aldeas carecían de territorio propio.
Con estas y otras explicaciones similares trataron de explicar los vascos de etnia, porque sus poblados carecian de demarcacion territorial propia hasta que el gobierno español les dio los limites actuales entre Cuartango y Urcabustaiz , Leiza y Goizueta, Abecia e Izarra, Apreguindana y Unza.
Memoria linajística legitimación dinástica y justificación personal en el Libro del linaje de los señores de Ayala y sus continuaciones.


En este trabajo se analiza el conjunto de textos genealógicos elaborados entre finales del siglo XIV y finales del XV por los señores de la Casa de Ayala desde la perspectiva de la construcción de la identidad colectiva del linaje nobiliario. El interés de estos textos va más allá de las figuras de Fernán Pérez de Ayala y su hijo el Canciller Pero López, por constituir una tarea común, intergeneracional, que sigue un plan coherente de exaltación del linaje.
El conjunto de textos analizados es uno de los testimonios más elocuentes de la autoconciencia de la nobleza europea de su época. Además, estos textos ofrecen diversas justificaciones personales y dinásticas, muy especialmente de la mano de Fernán Pérez de Ayala y de su tataranieto el Mariscal Ayala. El principal aspecto estudiado es cómo se construye y actualiza el discurso legitimador, especialmente en cuestiones dinásticas, pero también en relación a ambiciones más concretas, en distintos momentos de la evolución de esta importante casa...


Un testimonio extraordinario:la memoria transgeneracional del linaje de Ayala

 El objeto de este trabajo es analizar el extraordinario conjunto de textos genealógicos elaborados durante el intenso siglo que transcurre entre Enrique II de Trastámara e Isabel la Católica por los señores de la Casa de Ayala desde la perspectiva de la construcción de la memoria colectiva y de la legitimación del linaje1. El interés de estos textos va más allá de las figuras de Fernán Pérez de Ayala y su hijo el famoso Canciller Pero López, por constituir una tarea común, intergeneracional, que sigue un plan coherente de exaltación de su linaje. 2Esta memoria la construyen directamente los mayores del linaje, comenzando por Fernán Pérez de Ayala, o por personas de su entorno más cercano. El resultado de esta construcción es uno de los testimonios más elocuentes de la autoconciencia de la nobleza europea de su época. La importancia de los textos radica en su consideración como conjunto o serie, en su elaboración transgeneracional. Pero, además, estos textos incluyen paralelamente al plan general señalado, diversas justificaciones personales y dinásticas, especialmente expresivas en el caso del iniciador de la serie, Fernán Pérez de Ayala, y de su tataranieto Garci López de Ayala. En estos últimos aspectos centraremos nuestra atención, esto es, en analizar cómo se construye y actualiza el discurso legitimador, especialmente en cuestiones dinásticas, pero también en relación a ambiciones más concretas, en distintos momentos de la evolución de esta importante Casa nobiliar castellana.
http://e-spania.revues.org/20260#tocto1n1

miércoles, 23 de enero de 2013

Entrevista a la Guga Ayala

¡La mano se movía sola! Cuenta que desde muy pequeña se acostumbró a lo extraño. En su casa, ubicada en Cañar y Azuay (donde actualmente funciona la clínica Alcívar), funcionaba un hospital psiquiátrico manejado por miembros de su parentela. En reuniones familiares escuchaba historias de fantasmas y misterio. No le daba miedo, lo veía como algo normal. Sin embargo, la experiencia que le cambió su vida ocurrió a los 14 años, cuando estudiaba en el colegio Dolores Baquerizo. Angelina Ayala reconoce que no fue la mejor de las estudiantes. En una ocasión tuvo que rendir un examen. Si no le traiciona la memoria, era de Historia. Admite que “no sabía nada”, pero se sentó sobre el pupitre, agarró lápiz y papel, esperando de alguna forma completar la prueba. De un momento a otro, su mano empezó a moverse, carente de voluntad. Independiente, fuera del control de su mente, la extremidad llenaba cada una de las preguntas del cuestionario. Terminó el tiempo y entregó la evaluación. Luego recibió la noticia, había obtenido un 18 sobre 20. Pero no era ella. Le enseñó el examen a su padre, Arcadio Ayala Cabanilla, quien me vigilaba desde uno de los cuadros de la pared. Su progenitor le reclamó por haber hecho trampa ya que esa no era su forma de escribir. Y ella le explicó lo sucedido. Don Arcadio entendió. Como experto masón y conocedor de parapsicología, él le dijo que ese fenómeno no era otra cosa más que “escritura mecánica”, en la que espíritus o energías se comunican con el ser humano de forma escrita. La “Guga” desarrolló esta habilidad. Se concentraba, esperando que su mano escriba. Era el medio de contacto con seres del más allá. Inquieta, ella quería saber más acerca de lo sobrenatural. Al mismo tiempo, con su papá hizo sesiones espiritistas, práctica que realizó hasta los 23 años, cuando falleció su progenitor. Por aquella época, se inició en la lectura del tarot y con la bola de cristal. Ella recuerda que, así como familias se reunían a jugar naipes y a conversar tomando café y galletas, sus parientes lo hacían en una hacienda ubicada en el barrio Las Peñas, pero para celebrar sesiones ocultistas. Ellos tenían un libro grande, escrito alrededor de los años 1905 y 1907, en el cual estaban registrados muchos fenómenos y premoniciones, entre ellos, que Eloy Alfaro sería nuevamente presidente y que luego moriría arrastrado por las calles. Lamentablemente dice que cometió el error de prestarle el libro a un amigo, quien nunca se lo devolvió. Sus espíritus Aprovecha y aclara que hay que tener respeto por estos rituales y que por ejemplo no se debe jugar a la ouija, ya que ésta atrae espíritus malévolos. Y en efecto, la bruja dice que existen espíritus buenos y malos, así como energías negativas de seres vivos que son transmitidas a otros. En ese instante, la “Guga” indica que las energías de sus seres queridos fallecidos se encuentran regadas por toda su casa, en sus muñecas y otras figuras de porcelana, en los cuadros colgados de la pared. Ella asegura que la protegen de los “vivos”. Recuerda que hace poco tiempo estuvo con varias amigas, solo mujeres, en una reunión en su casa. Había dejado la puerta abierta y un ladrón con revólver en mano se metió a robar. El pillo las sorprendió en el comedor, pero solo alcanzó a llevarse un teléfono celular, ya que extrañamente comenzó a ponerse nervioso y salió despavorido de la vivienda. En el patio trasero suele aparecer el fantasma de un amigo de la familia, siempre bajándose de la pared. Amigos de su hijo Juan, rara vez suelen quedarse hasta tarde en este inmueble ya que los muertos los hace salir corriendo. Evitó decir el nombre de una mujer, que según señala, es muy conocida en Guayaquil, quien llegó a su casa para pedirle prestadas las cartas del tarot. La chica se quedó afuera de la vivienda, mirando por la ventana. Mientras la “Guga” fue a ver los naipes, escuchó que la joven pegó un grito. Al salir a ver lo que pasaba, su amiga le dijo que vio el fantasma de una mujer alta, vestida de blanco, bajando por las escaleras y que repentinamente desapareció. La vidente le explicó que era el espíritu de su madre, Mechita Mármol, quien siempre le decía que no preste las barajas. Con Jorge Luis Borges Por ética profesional y para guardar son sigilo la identidad de sus clientes y personas que recurren a ella, Ayala no revela sus nombres. Me hice cómplice de su silencio. Se sabe que ella ha atendido a ex presidentes de Ecuador y otros países, a personajes famosos de aquí y del exterior. Solo comenta su experiencia con Jorge Luis Borges, el renombrado escritor argentino, ya que su amistad con él fue conocida. No recuerda el año exactamente, pero cree que ocurrió a mediados de los 70, cuando ella estuvo en Quito para una exposición de escritores internacionales. Mientras conversaba con varios amigos e intelectuales, llegó María Kodama, la secretaria y esposa del poeta nacido en Buenos Aires. La “Guga” no sabía quién era ella. La “desconocida” le dijo que Borges quería que le lea el tarot. La Bruja, admitiendo que suele ser despistada, pensó que se trataba de su buen amigo Alberto Borges, el “Gallo del Cerro”. Como creyó que era su “pana” de Ecuavisa, le respondió a la mujer: “dígale que lo veo a las doce de la noche”. Pasaron las horas y ella fue a la cita. Cuando llegó a la habitación del hotel donde estaba hospedado, se dio cuenta de tamaña equivocación. No era Alberto, era Jorge Luis, el literato mundial. Luego de pasar la ingenua vergüenza, Ayala empezó a leerle los naipes. Le contó sobre su pasado y futuro. Borges medio incrédulo le preguntó: “¿cómo sabes todo eso?”. La bruja respondió: “es lo que sale en las cartas, ¿no puedes ver?”. “¡No te has dado cuenta que soy ciego!”, contestó el argentino. Nuevamente la “Guga” había “metido la pata”. Entonces tuvo que describirle cada naipe y explicarle su significado, en una sesión que duró hasta las cuatro de la mañana. De esta experiencia nació una gran amistad entre ambos, la cual perduró hasta que falleció el escritor en 1986. La psíquica le solía enviar las predicciones en cassetes, por vía aérea; al igual que lo hacía con otros clientes extranjeros. Según indica, la lectura del tarot se la debe hacer máximo dos veces al año. Que el destino no cambia al barajar las cartas frecuentemente. De hecho, critica a quienes juegan con la desesperación de la gente y su bolsillo, incitándolas a gastar dinero en “largos tratamientos” y supercherías para erradicar “todos sus males”, haciendo que bañen y curen hasta al perro de la casa. Muchas veces provocan temor en las personas al leer incorrectamente los naipes o dándoles significados diferentes a las imágenes; por ejemplo a la de la Muerte, la cual puede significar fatalidad, como el inicio de cambios positivos en la vida. La pregunta indebida Habían pasado casi dos horas desde que empezamos la entrevista. Era momento de irme. En mi cabeza martillaba la última pregunta, la que quería hacerle desde el inicio de la conversación, pero por recelo no me atrevía. Al final, más pudo mi curiosidad y la intriga. Me paré desafiante y tal cual político demagogo sobre una tarima, agité mis manos y le pregunté: -“¿Y no me va a asustar?, ¿no que en esta casa penan?”. La “Guga” volvió a reír, agarró el tarot y cerró los ojos por un momento. Al abrirlos empezó a mostrarme los naipes uno por uno y a narrar hechos de mi pasado y presente, con una exactitud sobrecogedora. La interrumpí para argumentarle que para que funcione la cartomancia, yo tenía que partir el mazo. “No es necesario, te tengo aquí presente y ya sentí tu energía”, comentó tajante. Eran las dos de la tarde, pero parecía que había caído la noche y la luna entraba plateada por la ventana. Ella acertó al hablar sobre mi adolescencia, mi familia y mi trabajo; describiendo inclusive las amenazas que existen en mi entorno, con un realismo mágico elocuente. Me sentí arrinconado contra la pared, rogando para que no salga la carta de la muerte. ¡Era lo único que faltaba! Afortunadamente me dijo que no me preocupe, que todo iba a salir bien. Aún exaltado, me despedí de ella. Estaba cómodamente entumecido por las palabras de la “Guga”. Apresurado por cruzar la puerta que da a la calle, me di la vuelta ante el llamado de la bruja, quien me dijo: -“Siempre serás bienvenido, pero la próxima vez, te invito a que te quedes solo en esta casa”.

domingo, 20 de enero de 2013

Conversación entre Fabián Alberto Ayala Romero y Joao Ayala López: Apellido vasco, que tiene por tronco al Infante aragonés Don Vela, hijo del Rey Don Sancho Ramírez de Aragón. Don Enrique IV, en 20 de noviembre de 1470, creó Conde de Fuensalida a don Pedro López de Ayala, “el Sordo” rico-home, Señor de Fuensalida; la Grandeza de España de 1a. clase fué concedida por Don Felipe IV en 4 de abril de 1637 al VI Conde don Pedro López de Ayala. Una rama pasó a América en la persona de don Juan de Ayala y Escobar, que lo hizo en bajel propio, capitán de Mar y Guerra, general de galeones, natural de Córdoba, bautizado en su Catedral el 23 de julio de 1650, sargento mayor de plaza, gobernador y capitán general de las Floridas pacificadora de los indios apalaches. Casó tres veces, la primera en la Catedral de la Habana con doña Magadalena Díaz-Mexía Sánchez de Mérida y Uriza, de cuyo matrimonio hubieron entre otros hijos a don Agustín, capitán de Infantería de los reales Ejércitos, muerto en las faldas del castillo de San Marcos de la Florida, que defendía en 1703, en una salida que hizo contra los ingleses que lo tenían sitiado, bajo el mando del coronel Mooret, a los también capitanes de los Reales Ejércitos, don Francisco y don Juan, y al Alferés don Miguel de Ayala y Díaz-Mexía, ayudante mayor de plaza, secretario honorario de Su Majestad, Notario Mayor por su Majestad de Gobierno, Guerra, Gracia y Justicia de la Isla de Cuba y de cabildo del ayuntamiento de la Habana, y en esta su familiar del Santo Oficio de la Inquisición por el Tribunal de Cartagena de Indias, patrono perpetuo del Jubileo de San Cristobal de la Habana por bula de Su Santidad de 1731 sepultado en bóveda propia, al pie del altar de la capilla de San Francisco solano, en la iglesia del convento de San Francisco de la Habana, quien casó en la Catedral de la Habana, con doña María de los Angeles Fernández de Velasco y Fajardo, en la cual hubo por hijos, entre otros, a Sor Rosa de San Miguel, Abadesa mitrada del monasterio de Santa Clara de la Habana, a sor Francisca de San Nicolás, monja profesa de la misma Orden; a fray Nicolás, monje profeso en el convento de San Agustín de la Habana, y a don Pedro Antonio de Ayala y Fernández de Velasco, funcionario del Gobierno Superior General de la isla de Cuba, patrono perpetuo del Jubileo de San cristobal de la Habana, por juro de heredad en 1752, el cual casó con doña María Josefa del Olmo y Aparicio, con quien hubo, entre otros hijos a fray Manuel José de la Salud, monje del convento de San Agustín de la Habana, y al doctor don Pedro Antonio de Ayala y del Olmo, sabio español, ilustre jurisconsulto, abogado, oidor de la real Audiencia de Puerto Príncipe, doctor en Derecho, catedrático de Derecho Patrio, decano de la Facultad de Jurisprudencia y comisario real de la Universidad Pontificia de San Jerónimo de la Habana, juez de letras de la Habana, consultor y teniente de regidor de su ayuntamiento, fallecido en la Habana en 25 de julio de 1829. El doctor don Pedro Antonio de Ayala y doña Antonia de Bethencourt y Cepero tuvieron por hijo legítimo a don Francisco Ignacio de Ayala y Bethencourt, capitán de las Milicias blancas disciplinadas de la Habana, hermano de la Real Archicofradía del Santísimo de la Iglesia del Espíritu Santo, casó con doña María Luisa O´Kelly y Sánchez, y tuvieron entre otros hijos a don José de Ayala y O´Kelly, bautizado en la parroquia del Cristo de la Habana el 3 de octubre de 1801, hacendado, hermano de la Real Archicofradía del Santísimo de la Iglesia del Espíritu Santo de la Habana; casó con doña Juana de Oñoro y Ochoa, habiendo por hijos entre otros, a don Julián de Ayala y Oñoro, administrador de Rentas Reales de la ciudad de Bejucal, hacendado, que falleció en la Habana el 5 de abril de 1884, habiendo casado con doña María Ana de la Cruz-Prieto y Pichardo, poetisa cubana, de cuyo matrimonio hubo por hijos entre otros, a don Rafael, bachiller de Ciencias y Letras de la Universidad de San Jerónimo de la Habana, jefe superior de Administración Pública de Cuba, consejero provincial de la Habana y primer secretario del Gobierno provincial, y a don Julián de Ayala y de la Cruz-Prieto, bachiller en Letras y Ciencias de la Real Universidad de San jerónimo de la Habana, escritor y periodista, inspector general de Consulados de la República de Cuba, comendador de la Orden del Libertador Bolívar y pretendiente al título de Conde del Puente, que ha solicitado; casó en la Habana el 14 de febreo de 1902 con doña María Julia Saavario y de Gabanacho, y de cuyo matrimonio hubieron a don René de Ayala, comandante aviador-piloto, cadete de la Escuela Militar del Morro de la Habana, graduado de la Escuela de Aviación Militar del Ejército norteamericano, en Broocksfield, ex-presidente de la Compañía Cubana de Aviación; y al excelentísimo señor don Héctor de Ayala, Embajador extraordinario y plenipotenciario de la república de Cuba en Francia, grandes cruces de las Ordenes de Carlos Manuel de Céspedes y de Honor y Mérito de Cuba, comendador de la Orden Nacional al Mérito del Ecuador, caballero de la Orden de la Corona de Italia y miembro de la Sociedad Económica de Amigos del País de la Habana, doctor en Derecho Civil y en Ciencias Sociales, Políticas y Económicas y licenciado en Derecho Diplomático y Consular de la Universidad de la Habana.Sus armas: En campo de plata, una encina de sinople y dos lobos pasantes. Joao Ayala A mi Padre y mis Tias les he escuchado decir la frase: " A Quien con Ayala se junte nunca le faltaran Abuelos".

lunes, 14 de enero de 2013

Los del Partido


LOS DEL PARTIDO
Dic 1997


Era como medianoche....estaba yo en mi covacha que había construido sobre el estero, y como ya era verano ventaba juerte. La niña dormía sobre una manta gruesa para que no le pasara el frío, y la Mariana estaba a mi lado en el piso dormida , bien pegada a mi pa' calentarse con mi cuerpo, a lo lejos se oían voces, bulla de harta gente discutiendo, pensé en asomarme, pero me contuve, “ni para que meterse”, por acomedido uno sale mal parado. Miré por entre las cañas, no se veía nada pero se sentía en el ambiente que algo estaba pasando.  Entonces oí que la bulla se acercaba a mí, un grupo de gente caminaba por el puentecito que une mi casa con la perimetral, era conmigo, me tocaba a mí y los vecinos igual que yo no se iban a meter. Tocaron la puerta tan juerte que creí que la derribaban y finalmente eso hicieron pues tenía miedo de abrir:
- Te dije que tenias una semana de plazo para pagar, rata, - Era el matón del barrio con el dirigente y otros del partido.-
- Y no pude....- intente decir que no había conseguido el dinero.-
- Ah! no pudiste - dijo a gritos- pues te largas tu y tu gentuza ahora mismo.
   Uno de los del partido, empujo a la niña que ya estaba de pie haciéndola caer del puente y mi mujer se tiro a tiempo al estero  para sacarla del agua, pero no paraba de gritar al igual que la niña que en cuanto recobró el aliento el llanto fue continuo y yo lo oía de lejos mientras recibía los golpes de los del partido, me lanzaron fuera de la covacha y desde la perimetral veía como le prendían fuego a la casa, entonces mientras trataba de gritar en vano pues la voz no me salía, me desperté.
- Era un sueño,- me dije, si por suerte estaba todo allí, la niña en la manta y mi mujer en el piso a mi lado, tenia la boca seca del susto - era solo un sueño.
Hacia frío allí afuera y adentro de la covacha también, entonces escuche ruidos y me asome. desperté a mi mujer  envolví a la niña en la manta y saltamos al estero por la ventana, desde abajo vi   derrumbar mi puerta entrar a gritos y prenderle fuego a mi covacha, eran el matón del barrio, con los del partido. 

El Espejo de la Juana


EL ESPEJO DE LA JUANA

14 DE AGOSTO 1999


La Juana, era una mujer buenísima, la mas buena de todas las mujeres que había en el mundo, y así como era de buena también era de puta, bueno, al menos eso era lo que le decían las señoras de “El Consuelo”, un pintoresco pueblito en la vía a la Costa que para las vacaciones de invierno presentaba hermosos y vivos colores en su calle principal que en aquel entonces era la única calle. Lo de puta no era por cobrar por sexo, sino por que gratuitamente ya les había puesto de manera horizontal a cada uno de los maridos de las señoras vecinas.

Claro el tema, Juana lo trataba como un deporte, había oído decir que el sexo quemaba calorías y como no le gustaban los aeróbicos....A parte de eso, que en vida de pueblo resulta infernal, todos sabían que puta o no, cualquier, hombre, niño o mujer podía contar con ella. Juana siempre estaba allí para ayudar, desde para hacerse todas las guirnaldas y las humitas para la fiesta del pueblo, hasta para prestarle plata a cada uno de los desdichados que venían a rogar y a contarle historias para que les preste dinero que nunca le devolvían.

Su vocación de servicio era tal que se había metido de partera cuando los del ministerio de salud habían estado en el pueblo promoviendo los programas de medicina rural, Juana había aprobado el curso. A partir de entonces, había atendido a algunas parturientas sin cobrar nada por ello, y sin embargo nadie la hizo “madrina” de ninguno de los niños que ayudó a nacer, mientras que la Sra. García que ya era bastante vieja y gorda y cobraba 50 mil sucres por parto, era la comadre de por lo menos una docena de mujeres del pueblo. A la Juana no le importaba “tanto” eso del comadrazgo, sino el que la gorda García seguía teniendo mas pacientes que ella, y solo la llamaban si la gorda no estaba en el pueblo.

Si se trataba del desfile de la escuela rural que había en el pueblo, La Juana se ofrecía para cocer las faldas y decorar las cachiporras de las chicas, y por supuesto la última vez se preparo una para ella y se coló en el desfile como una mas de las estudiantes, cuando la maestra rural se percató era demasiado tarde pues ya se había atravesado todo pueblo que no tenia mas de un kilómetro de largo.

Si alguna vecina necesitaba ayuda para recolectar los melones, las papayas, los mangos, las grosellas, o las naranjas de las fincas, allí estaba ella para ayudar, y como si fuera poco, de lo que recolectaba de su propia finca se pasaba haciendo mermelada para regalar. Le llevaba mermelada al cura, a la gorda García, a la maestra de la escuela, y hasta al policía de transito al que mandaban solo los fines de semana a que se parara en la carretera con el radar para agarrar a los sapos conductores que iban a mas de 100 en la ruta a Salinas.

Tenia una casa de caña y cemento donde vivía sola por supuesto y donde no entraban sino los hombres que ella deseaba dejar entrar, le había puesto un espejo  pegado al techo que se le vino abajo en medio del romance de una noche pero unió los pedazos y lo volvió a colocar, el amigo que tenia en la cama quedó medio bruto por un tiempo por que le cayó en la cabeza, pero se recuperó, como el espejo era de tamaño considerable ahora que estaba roto se nutría con la fantasía de que eran varias las parejas que estaban en su cama. Pero el espejo no era todo, había que ver las cortinas rojas con flecos, los pósters porno y su colección de ropa interior, y ni que decir de la música de rocola, que con mucho recato la ponía bajita, para que el cura de la iglesia que le quedaba atrás justo de su casa, no se diera cuenta, lo que no sabia la Juana es que no solo rechinaba la cama sino la caña de las paredes.

Eso sí, cada 6 meses religiosamente agarraba el transporte que venia de Playas a Guayaquil y se dirigía al instituto de Higiene para que le vean lo del sida, hacía 30 años ella se veía lo dela gonorrea y la sífilis, pero ahora la enfermedad que ella había oído se llamada sida, no fuera que alguno de esos cabrones la hubiera contagiado, ella tomaba sus precauciones, por que ella los hacia usar preservativos. Lo que no sabía muy bien, era si para eso del sexo oral también hacía falta usarlos. Era mejor prevenir y darse un paseo por Guayaquil y que la viera el doctor, quien sabe y el doctor además de ser medico era guapo y quisiera venir a conocer el espejo del techo de su cuarto....